Conquistar al mundo

Todos estos cambios están pendientes todavía de un referendo popular por realizarse pero en parte, solo son reflejo de las demandas de los grupos de protestantes. El Consejo de las Fuerzas Armadas que rige temporalmente al país, tiene seis meses para entregar el poder al nuevo gobierno pero el pueblo continúa presionándolos a apurarse; no están dispuestos a permitirles encariñarse con el poder ni por un minuto.
Todo nos muestra que el deseo del pueblo egipcio es alcanzar la democracia plena por lo cual las sugerencias del panel legal conformado por expertos, son tales como: supervisión judicial del proceso electoral desde la organización de los comicios hasta dar los resultados; restricciones en la participación –solo quien haya recogido más de 30.000 firmas a su favor, pueda obtener recomendación de al menos 30 miembros del parlamento o tenga de antemano una curul por su partido, podrá ser candidato- y re-hacer totalmente la Constitución después de que el nuevo presidente se haya juramentado.
La religión islamita sunita que profesa al menos el 90% de la población, habrá de quedar suscrita –como hasta ahora- a las mezquitas y no tendrá nada que hacer dentro del gobierno, aunque se espera que partidos político-religiosos como los Hermanos Islamitas, estén representados y tengan voz en el parlamento; algo fundamental para mantener un equilibrio sano dentro del mismo.
Democracia representativa y participativa con división de poderes, parlamento plural, libertad de expresión y elecciones y multipartidismo. Democracia, ¡es lo que queremos todos! En Egipto, en Túnez, en Libia, Bolivia, Ecuador, Cuba, Venezuela…
Mientras esto ocurre en aquel antiguo país, nuestras versiones locales de “Pinky y Cerebro” (Hugo Chávez y Fidel Castro, o viceversa…) siguen tratando de reordenar continuamente el pasticho baboso mal llamado Socialismo del Siglo XXI, para tratar de conquistar al mundo.
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